sábado, 7 de noviembre de 2009

La insularidad toma territorio

El estupor me embarga un poco más, cada vez que tengo la oportunidad de asistir a intercambios de carácter humano. Viví con una comunidad de gatos (ahora son dos) y puedo dar fe de que los animales no son así. Solo el hombre, con eso que se jacta de llamar razón y, peor aún inteligencia, está en plena capacidad de ser cada día más egoísta, soberbio, necio.

Bogotá, 2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario